Jesús Saavedra/AGN
Cientos de feligreses acudieron a una homilía en la catedral de La Asunción en Chilpancingo, para pedir paz con justicia en el caso de los miles de asesinatos y desapariciones forzadas que permean en México y en Guerrero particularmente.
Se trató de una jornada nacional a unos días que se cumpla el primer aniversario de los asesinatos de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, en la comunidad serrana de Cerocahi, en el estado de Chihuahua.
El sacerdote de la catedral de La Asunción, Benito Cuenca Mayo recordó que el 20 de junio del año pasado fueron asesinados esos dos sacerdotes jesuitas, “nos provocó mucho dolor por la ejecución de dos compañeros sacerdotes”.
Señaló que asesinatos de sacerdotes hay en todo el país y que en el caso de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa también “hay sacerdotes que han sido asesinados en todo el país, eso ya se debe cuestionar, nos hace preguntarnos ¿qué está pasando?”.
Recordó que hace un año la iglesia cuestionaba si la estrategia de Seguridad del gobierno federal está funcionando, “los abrazos ya no nos alcanzan para sufrir tantos balazos”.
Cuenca Mayo subrayó que los datos que existen en el tema de Seguridad, “nos causan más pesimismo, llevamos más de 155 mil homicidios, miles de desaparecidos y aquí está la muestra”, dijo el sacerdote mientras señalaba a su costado, donde al pie de los escalones de la iglesia se colocaron una docena de fotografías de hombres y mujeres que están desaparecidos y que los buscan sus familiares”.
Recordó que en la sociedad se han formado colectivos que están en búsqueda de sus familiares, “son miles quienes están tras sus seres queridos y es ahí donde la iglesia comparte su dolor, se acerca a ellos y les decimos que no están solos; como iglesia tenemos que ser solidarios”.
Benito Cuenca Mayo indicó que frente a una estrategia de Seguridad, “que pareciera no está dando resultados, tenemos que alzar la voz y decir queremos justicia para los miles de homicidios que todos los días se van multiplicando; queremos justicia para los miles de desaparecidos que no sabemos dónde están y que exigimos aparezcan”.
El sacerdote señaló que “la paz no se construye sola, la paz exige que todos seamos parte fundamental en la reconstrucción de ese tejido social que se nos está yendo de las manos y aquí es donde la iglesia quiere participar; queremos ser parte de la reconstrucción del tejido social, no nos dejen fuera”.
Por eso envió un mensaje “a quien corresponde les decimos que la iglesia está puesta para seguir trabajando por la paz, déjenos participar, tenemos mucho que aportar, pero nos duele y por eso alzamos la voz por las familias y muchas más que buscan a sus seres queridos, porque siguen llorando a sus hijos”.
Benito Cuenca sostuvo que los sacerdotes están en la posición de dar hasta la vida, “si fuese necesario, por eso pidámosle a Dios para construir una patria con mayor convivencia y donde todos los actores juguemos un papel importante para alcanzar niveles de paz óptimos”.
Añadió que hay un anhelo de “paz, pero que sea con justicia y con la participación de todos, nosotros estamos preparados para hacerlo” y anunció que el próximo martes 20 de junio cuando se cumpla el primer aniversario de los dos sacerdotes jesuitas todas las iglesias van a repicar sus campanas durante un minuto a las 3 de la tarde en exigencia de justicia y que también habrá oraciones en silencio en todos los templos católicos del país.