La abeja es una especie preciada dentro del ecosistema en el que vive, pues más allá de ser un integrante más, se encarga de una labor vital para la naturaleza: polinizar las plantas y hacer que se reproduzcan, por lo que la importancia de tenerlas y cuidarlas posee un peso más grande del que podríamos imaginar, además de que muestra nuestra responsabilidad para cuidar del medio ambiente y procurar su sustentabilidad.
Distintas partes del mundo poseen una o más especies, en el caso de México, existe una que vive al sur del país (en el estado de Yucatánpara ser más exactos), en medio del calor y la brisa marina, que como muchas otras, se encuentra en peligro de extinción: la abeja nativa maya Melipona Beecheii. Como bien lo dice, su historia y relevancia ha sido atestiguada por la civilización maya, a la que también se le denomina ‘abeja sagrada maya’ por las bondades que tiene su miel.
Lo que no sabías de la abeja sagrada maya
Además de que existe desde hace cientos de años en esta parte de México, esta especie se distingue de sus ‘hermanas’ por ser una que carece de aguijón, por lo que para defender su vida o su colmena, muerde (así como lo leíste).
Mientras que otras especies de abejas producen cerca de 30 litros al año, de acuerdo a un estudio del gobierno de México, la abeja Melipona produce cerca de litro y medio de miel anualmente, que puede parecer poco, pero es un tesoro preciado desde tiempos ancestrales por todas las propiedades que posee, como fortalecer el sistema inmunológico, curar dolores externos y ayudar en la restauración de la dermis tras lesiones causadas por quemaduras. En lo que respecta al sector de la belleza, se utiliza para lograr la regeneración de la piel. De hecho es uno de los ingredientes de una de las líneas de Guerlain, que la usa de forma consciente y cuidadosa en sus productos; esta firma creó una iniciativa en torno a esta especie de la que hablaremos más adelante, pues no extraña a esta especie, sino que es parte del ADN de la marca.